Estimades lectores. Había que tomar una decisión y vamos a tener que hacerlo. Si no, no hay forma de organizarse.

Nacimos, no como una editorial sino como una intención que giraba alrededor de nuestro ombligo: publicarnos sin tener que dar explicaciones a nadie. El nombre de la editorial, que nació en 2016, ya definía nuestro modelo como una cosa hecha de tú a tú, un espíritu de fanzine sin intermediarios, para los amigues y vecines (no nos olvidemos de las familias, siempre encantadas de almacenar esos ejemplares en una estantería).

Después de dos años, seis revistas, tres novelas cortas, tres antologías y una novela la cosa se nos va de las manos. Nosotros no somos editores, nos consideramos ante todo autores, grafistas, correctores… y la fuerza que unió a las diferentes partes que conformaban el espíritu Tantrum, fue sin duda fruto de la magia. Divina magia.

Nuestras vidas, son fruto de nuestras elecciones, y cuando decidimos invertir el tiempo y el esfuerzo en una cosa, perdemos fuelle en la otra. Si se produce un desequilibrio puede haber bajas.

Por el oficio/pasión que hemos escogido, nuestra solvencia por definición es menos que precaria (dos terceras partes del equipo al menos). No disponemos de fondo de armario, de cojín ni de colchoneta de ningún tipo. Vivimos al día, intentando cerrar contratos que aun sabiendo no nos van a alimentar durante el tiempo que tardamos en producirlos, por lo menos es un parche para pagar gastos y seguir hacia adelante.

No es de extrañar que esto en algún momento choque contra la realidad y la realidad te de un tortazo.

“Esto no se puede hacer más de esta manera“.

Esa cantinela lleva detrás de nuestro cerebro desde que empezamos la segunda temporada de la revista. Estamos en un punto de inflexión y debemos escoger: intentamos profesionalizarnos en nuestros propios oficios (apostando por más horas extras, nuevos proyectos y salidas) o apostamos por Impresiones Privadas como editorial de verdad.

Para dedicarnos a Impresiones Privadas y salir de nuevo a la calle todo debería dar un giro de ciento ochenta grados. Lo que incluye, entre otras cosas: pagar a todos los colaboradores (incluso a nosotros mismos), tener una distribuidora, ir a ferias, festivales y presentaciones, buscar activamente llegar a más público.

Todo eso es un trabajo de por sí agotador y necesita de una inyección importante de capital para poder arrancarlo. Aparte, de un talento y una visión de editor.

Como os hemos contado al principio de este comunicado, nosotros no somos editores. Nos apasionan los libros, escribirlos, maquetarlos, ilustrarlos. Convertirnos en parte de la maquinaria que pone el libro a la calle fue un accidente. Ser editor es un esfuerzo que sin duda nos quitaría el tiempo a la creación, lo que más nos gusta de todo este tinglado.

Teníamos planes cerrados para Tantrum 2020, contratos firmados con Kameron Hurley y Lavie Tidhar para traducir y sacar en la revista, incluso teníamos un cómic de veinte páginas de un autor americano buenísimo. Mover, nos sabemos mover, eso sin duda, todo nace de la fuerza de una ilusión, vemos el mundo como nos gustaría verlo. Pero la realidad es otra. Tristemente es otra.

Así que después de comernos las uñas durante las últimas semanas, hoy nos hemos levantado con el espíritu en paz. Tomamos aire y ya está. La decisión está hecha.

Vamos a dar a la revista un poco de aire, este año al menos vamos a detener las máquinas, probar nuevas cosas en nuestros respectivos trabajos (o encontrar uno nuevo). Si volvemos, será con los deberes hechos. Dejamos el panorama mejor que cuando empezamos, hay mucha más oferta de todo tipo y eso también nos consuela.

Impresiones Privadas seguirá haciendo cosillas, sus pequeños pinos en lo que se refiere a la autopublicación, pero nos alejaremos de los berenjenales, de liarnos con cosas que en realidad no controlamos.

 

No queremos cerrar la persiana sin antes agradecer también a todas las estrellas que han conformado parte de este viaje de dos años:

Al equipo de Pulpture ellos nos ayudaron a dar el primer paso, a Noviembre Nocturno por ponernos la carne de gallina y dar voz a nuestras locuras, a Israel de Editorial Cerbero por abrirnos una vía de distribución, a Cristina Jurado por resolver muchas dudas, ser siempre amable y paciente y ayudarnos con el tema de contactos, a Javier Miró por ser un incondicional nuestro, confiar en nosotros, y estar ahí desde el principio (y llevar esa camiseta al Celsius, gracias eres un amor). Al equipo de Windumanoth por hacernos un hueco en su revista, especialmente a Daniel Pérez por formar parte de la nuestra pequeña familia y estar ahí a muerte en muchas y diversas tomas de decisiones, a Carla y el resto del equipo de Café de Tinta que nos han dado solo amor y nos sentimos en deuda.

A la AEFCFT por esa nominación molona a los European Science Fiction Awards.

Agradecimiento eterno a nuestres autores invitades: Gabriella Campell (la primera que preguntamos y nos dió el sí, más maja que las pesetas), Javier Miró (ya lo sabes), Vanesa Santiago (que suerte que te subieras a la nave), Nieves Delgado (siempre generosa y una curranta, te queremos), Lola Robles (gracias por confiarnos tu relato vampiresco, pasará a la historia), Miguel Garrido (por su relato acuático y otros asuntos personales), Alicia Pérez Gil, por su paciencia y entrega total, Cristina Jurado (que vamos a decir, amiguis para siempre, sabes donde estamos).

Nuestro artistas aportaron su versión personal y dieron ese carácter tan Tantrum (incluída la serpiente de la editorial), nunca podremos devolveros el favor: Tòful Pons (Quitolomalo), Ahmed Mostafa (Sparse), Smoke Signals Studio, Sam G. C. y Anxo Vizcaíno.

A nuestra correctora estrella, Rosa Estrella, que al final es una más de la familia. Muchas gracias.

Y lo más importante: GRACIAS A VOSOTRES.

Muchas gracias por estar ahí todo el tiempo, apoyarnos, suscribiros, leernos, hacernos goodreads y escribirnos en las redes. De verdad que os lo agradecemos muchísimo y cada nueva venta, opinión o comentario nos ha dado un salto el corazón.

 

Nos leemos pronto. Hasta entonces, un fuerte abrazo de parte de todo el equipo.

¡Larga y próspera vida!

 

Sam G.C. / Santiago Eximeno / Tomás Rivera / Rosa Estrella